12.11.08

La revolución.



El pensamiento es una herramienta poética que al contrario de la ideología, no pretende vencer, ni siquiera convencer. Se mueve en el ámbito de la transformación personal y se contagia por vías poco ruidosas. Así percibo la revolución, en la palabra pensada de forma poética; es decir, buscando los ángulos inéditos de los sucesos, de los detalles, de los silencios de difícil traducción, en la palabra que abre perspectivas nuevas en la mente recién llegada. Una palabra vale más que un millón de imágenes, porque cuando miramos una escena la amueblamos con palabras para hacerla habitable. La revolución es renombrar, es ganarles la batalla a los que han alcanzado el poder para quedarse, usando fórmulas semánticas de fácil asimilación con gratificaciones livianas y pasajeras. La revolución es seducir con los propios hallazgos, dejar una nota en la mesilla de noche, tener los pies fríos y la cabeza caliente, es el inconformismo mientras alguien que se cruza con nosotros por la calle camine cabizbajo y sin posibilidad de que le reciban en palacio. Uno sabe que va por buen camino cuando mira al lado y ve buena gente. Eso es lo que me ocurre con Suma y Sigue. Tú puedes sumar y seguir. Esa es la hazaña del hombre anónimo, del que trabaja su individualidad porque sabe que después de él, cuando su tiempo junte ambas manecillas en cero, queda la humanidad: de ella somos responsables no con grandes aspavientos, sino con el eureka personal. Encuéntralo, nómbralo, súmalo y sigue. En esta revolución nadie hará el trabajo por ti. En esta revolución no hay consignas desde un estrado.

Y si todo esto falla, entonces sí: atarnos a las puertas del infierno para asegurar que siga abierto y tenga libertad de expresión.

11 comentarios:

Luis Amézaga dijo...

Ignacio, ¿todavía no tienes entrada en el blog? Necesitamos aportaciones.

Ignacio dijo...

Aportaré; dame un tiempo, que ando con la malaria por lo menos

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

La verdadera libertad reside en el pensamiento al que jamás se le podrán poner limites por parte de dictadura alguna y, de momento, mediante los blogs, podremos exponerlos transformándolos en palabra escrita, efectivamente este puede ser el camino de la neonata revolución de "Suma y sigue"
Un abrazo y adelante.

Váitovek dijo...

Suscribo de curz a fecha.Y añado, en ese permanente proceso de renombrar citado:Olvidemonos de La Revolución, palabra espúrea donde las halla, y de todos los demás dioses de la tribu.Y si otorgo a alguno derecho a conducirme, hágalo respetar y si no queda revocado.Y haga cada uno lo que pueda para que, al mirar atrás con un pie en al tumba, pueda exhibir una figura presentable, que hasta para ir al infierno conviene ir bien arreglado.

Váitovek dijo...

Don Luis:

¿De qué blog misterioso habla?

Luis Amézaga dijo...

Dhavar, hablo de este blog. La idea era construirlo con varios contribuyentes. De momento estamos dos y el jefe debe estar de viaje :))

¡Naco, vuelve, que tengo miedo!

Váitovek dijo...

Los jefes y sus viajes...

Interruptor dijo...

D. Luis, el jefe no sé, pero yo sí que estoy de viaje, aunque no de placer sino por necesidad.

En cuanto regrese y consiga ponerme al día, me pongo las pilas y digo algo.

De momento, me sumo a tus palabras. Esta revolución debe comenzar por ser personal, hay que revolucionar las entrañas propias para poder revolucionar al que tienes al lado y que él sienta, se desoriente, se analice y decida.

Suma y Sigue.

o s a k a dijo...

¡perdón a todos! estaba de viaje, pero he vuelto para quedarme. Esta noche os mando las claves desde mi campamento-base.

Luis, Ignacio, terly Dhavar, Interruptor: BUEN TRABAJO

n a c o
sumaysigue

Ignacio dijo...

Llega el tio, y se dirige a mi en plan general de pelicula mala. Hay que joderse.

o s a k a dijo...

así me gusta, que te hierva la sangre
xD

n a c o
veteacostumbrando