8.11.08

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"La insumisión fiscal es una respuesta aparentemente lógica del individuo que se siente saqueado diariamente, mientras miles de Señorías, repartidas en diecisiete Parlamentos autonómicos, un Congreso y un Senado -por no hablar de las Diputaciones provinciales y otros Entes, que no sirven absolutamente para nada-, viven
de puta madre a costa del contribuyente.

La idea suena bien. Suena a simple pecado venial en el reino de Sodoma. Pero sólo proporcionaría argumentos a los Sodomitas para criminalizar al sujeto disidente. Sería una simple suma de pecados solitarios, facilmente neutralizable desde arriba. Media docena de detenciones con ingreso inmediato en prisión y fin de la movida contestataria.

Desde mis hipermétropes gafas, la única actuación útil -y seguramente imposible- consiste en crear una Plataforma e inventariar todos los abusos de poder conocidos y todos aquellos excesos avalados o amparados por el Sistema. Es decir, argumentar las diferencias entre una actuación institucional en nombre de la Soberanía Popular y un hacer lo que les salga de los santos huevos a los políticos, sin encomendarse a Dios ni al Diablo [que es lo habitual, con tendencia a empeorar].

Esta idea habría que explicarla exhaustivamente a todo un país y convertirla en arma: si no te pones las pilas, nadie votará en la próxima llamada a las urnas. Nadie significaría que sólo un 10% del censo, o menos, depositaría su papeleta [si el mensaje hiciese mella entre las gentes ...].

Una cosa [bochornosa] es validar abstenciones como la la del Estatuto Catalán, por ejemplo, y otra pasar por alto en los próximos Comicios Parlamentarios un 90% de qué os folle un pez sierra!.

Existen cuestiones que ningún Gobernante y ningún Congreso deberían decidir sin plebiscito previo; porque hacerlo significa pasarse la Soberanía Popular por el forro de los fundamentales. Para eso, precisamente, se ha inventado el Referendum.

Pero un Referendum a la española supone una descomunal tomadura de pelo, pues su resultado, legalmente, no vincula al Ejecutivo [así lo han convenido para su tranquilidad -o sea, para blindarse- los mismos que velan por nuestro bienestar]. Que expliquen semejante fraude institucional a un ciudadano suizo, si tienen redaños ...

Un pueblo con dignidad debería tener el derecho de exigir la disolución de las Cámaras cuando reiterada y mayoritariamente se sintiese traicionado o desgobernado. Y si un derecho tal estuviese recogido en la Constitución, raramente llegaría a ser ejercitado, pues los profesionales de la Política -los salvapatrias- harían sus deberes con muchísimo más celo.

Los Nobles y Monarcas del siglo XXI son retazos histórico-románticos sin el predicamento que les distinguía siglos atrás. Los países, hoy, son de los paisanos; no de una casta de arribistas, que se autodefinen como demócratas mientras obran como si hubiesen reinventado el feudalismo.

Suma y sigue ..."










foto:
¡sube al tren!

Estación del AVE "Zaragoza-Delicias"
n a c o



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2 comentarios:

Luis Amézaga dijo...

Quiero votar, quiero decidir, quiero participar. Pero antes, cambiemos las reglas del juego.

o s a k a dijo...

el primer paso consiste en hacer VER a las personas de nuestro alrededor los que podamos que la clase política es un esclavo a nuestro servicio

n a c o
ynoalrevés