21.11.08

ALICATEMOS LAS IGLESIAS




Cansados ya del hambre nos sentimos en la necesidad de pedir que otorguen la condición de droga a la comida. Que sea el fruto prohibido de las primeras enseñanzas. Aunque no tenemos culpa alguna de haber comenzado tarde en la escuela. La escuela de la vida nos dijo que es preciso alicatar con líneas blancas y negras las catedrales y las iglesias. Convertirlas en las cárceles de los banqueros, políticos, economistas, soldados… Cansados ya de comer tierra exigimos nuestra porción de terreno, de aire, de bosque (que ya nos arreglaremos). Pero mientras los banqueros, políticos, economistas, soldados, trazan sus fronteras en las iglesias y catedrales alicatadas, nosotros no extenderemos ninguna alambrada. Cansados también de los artistas que trafican con la palabra y el color también pedimos que se les declare droga, a ellos, los escritores, músicos y pintores de los televisivos eventos culturales. Podrán crear en sus iglesias y catedrales alicatadas con líneas blancas y negras. Nosotros escribiremos a escondidas, leeremos a escondidas y cagaremos colores a las afueras de iglesias y catedrales.

Adolfo Marchena, conspirador de catedrales negras, escritor y amigo del café diario.

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